«Sin haber visto la Capilla Sixtina, no es posible formarse una idea apreciable de lo que un solo hombre es capaz de lograr».
Goethe
Visitar Roma o uno de sus monumentos, como la Capilla Sixtina, como hemos dicho en varios de nuestros artículos, es una experiencia casi mística. Nos recuerda lo esenciales que son el mundo, el arte y la cultura para el alma humana.
Pero para aprovechar al máximo un viaje a Roma, no debes perderte lo más importante y los maravillosos lugares históricos de Roma.
Hablemos, pues, de la Capilla Sixtina, dentro de los Museos Vaticanos. Hay algunas cosas que debes saber antes de visitar esta maravillosa obra de arte y arquitectura, y sobre todo cómo hacerlo. De hecho, para acceder a la Capilla Sixtina, tienes que comprar una entrada para los Museos Vaticanos. Ésta es la única forma de acceder.
Así que nuestro consejo es que reserves con mucha antelación, precisamente porque de lo contrario será difícil conseguir un billete in situ. También tienes que comprobar todos los horarios, ya que sólo se permite la entrada a un número muy limitado de turistas cada hora.
La Capilla Sixtina es un verdadero espectáculo, extraordinario por su originalidad y por el arte que esconde. En latín, Sacellum Sixtinum; la Capilla Sixtina está dedicada a María Asunta al Cielo, tesoro inestimable de la Ciudad del Vaticano, y se encuentra dentro de los edificios principales del Vaticano. Museos Vaticanos.
Construido entre 1475 y 1481, cuando el papa Sixto IV della Rovere estaba en la carne del papado, de donde deriva realmente el nombre).
No sólo es famoso por su belleza, sino también por ser el lugar donde se celebra el cónclave para elegir al nuevo Papa vaticano. En el interior se encuentran los famosos frescos de Miguel Ángel (en la bóveda) y el muro del Juicio Final (en el altar).
Además, las paredes están decoradas por algunos de los más grandes artistas italianos, como Botticelli, Perugino, Pinturicchio, Ghirlandaio, Signorelli, Di Cosimo y Rosselli.
Decir lo que debes ver dentro de la Capilla Sixtina puede ser muy simplista.
Una colección de maravillas artísticas y culturales en un lugar tan misterioso como famoso. Sólo los Museos Vaticanos contienen un número increíble de tesoros. Cada uno tan inestimable como el siguiente.
La primera obra que debemos mencionar es, sin duda, El Juicio Final de Miguel Ángel. Realizado entre 1536 y 1541, el fresco estaba destinado a cubrir una de las paredes traseras de la Capilla Sixtina.
Obra capital del patrimonio humano, representa el fin de los tiempos y, para los católicos, ilustra el Juicio Final, el «juicio de Dios» previo a la entrada en el cielo o en el infierno. El fin del mundo mortal y el acceso a la eternidad divina.
Esta deslumbrante pintura cubre toda la pared, haciéndote sentir muy pequeño ante tanta grandeza.
El interior de la Capilla Sixtina contiene numerosos frescos. Los de la parte central son los más importantes, pues representan algunos de los episodios más importantes del Génesis.
Las obras están pintadas en orden cronológico, la primera de las cuales se refiere al momento de separación entre la luz y la oscuridad. Pintada en 1512 por Miguel Ángel en un solo día. Impresionante, ¿verdad?
También puedes admirar «La Creación del Mundo», «La Creación de las Estrellas y las Plantas» y «La Separación de la Tierra de las Aguas». También merece la pena ver el fresco pintado en 1511, «La Creación de Adán», que es mundialmente famoso, quizá incluso el más famoso.
Creada en el mismo año, puedes admirar la «Creación de Eva» en el centro de la bóveda de la Capilla Sixtina. Los episodios más importantes del Génesis están representados en cinco frescos, suficientes para dejarte sin palabras.
No olvides admirar el fresco del Pecado Original, pintado en 1510, el Sacrificio de Noé, el Diluvio Universal y el Hebreo de Noé.
Hasta la década de 1980, la Capilla Sixtina era mucho menos luminosa de lo que es hoy, ya que el humo de las velas a lo largo de los años había enmascarado su brillo. Incolora y oscura, la Capilla Sixtina ha recuperado su antigua gloria y brillo.
Puedes acceder a la Capilla Sixtina y a los Museos Vaticanos en los siguientes horarios:
Una visita puede durar entre 2 y 3 horas, dependiendo del tiempo que dediques a contemplar las obras de arte.
La entrada a los Museos Vaticanos es un combo inseparable, y el precio del billete es de 27,50 euros, que incluye ambas visitas. Te aconsejamos que reserves con mucha antelación, sobre todo porque puede haber largas colas para entrar. Aquí encontrarás entradas que rompen las colas para acceder rápidamente. Sólo tienes que presentar tu billete impreso o el de tu teléfono móvil al personal que lleva chalecos amarillos.
Para ir a los Museos Vaticanos, te recomendamos que des un agradable paseo desde la estación de metro de Ottaviano. Primero visita la Plaza de San Pedro y aprecia su belleza arquitectónica, después camina unos minutos hasta la entrada a los Museos Vaticanos. Desde Viale Vaticano o Via della Conciliazione.
En este artículo hemos hablado de la Capilla Sixtina, de sus orígenes, de su historia y, por supuesto, de la propia Roma. Una estancia en la Ciudad Eterna es inolvidable. Esta ciudad es un museo al aire libre, ¡y no nos cansaremos de repetirlo! ¡Es única! Y aunque no quieras caer en el tópico turístico, hay cosas que debes ver en tu vida, y la Capilla Sixtina es una de ellas.
Si tienes más sugerencias, ¡no dudes en escribirnos!